sábado, 30 de abril de 2016

Telarañas en mis dedos



No sé por dónde empezar, hace mucho tiempo que no escribo.
Puede que haya olvidado  escribir.
Hay telarañas en mis dedos.
Hay polvo en mis uñas, y cieno en mis manos.
Hay una maya grade de mi parte imaginaria que ciega a mi parte racional y al contrario.
Mis oídos no escuchan con el mismo detenimiento que solían hacerlo.
Mi boca, mi boca acostumbrada a besar los mismos labios.
Mi piel no se eriza, no con el mismo esplendor que antes.
Su piel es tan conocida ahora.
Siento que lo cotidiano me quema.
Soy joven, pero no disfruto de esa juventud plenamente.
Ese deseo que te invade en un momento y con toda la locura decides irte a Rusia con cuatro cosas. 
Esto que cuento no sale de mi.
De tanto pensar me pierdo cosas buenas y malas.
Me pierdo emociones, siento que me estoy apagando.
Siento que estoy madurando, esta madurez me esta  poniendo  los pies en madera y lo peor es que intento resistirme.



RLM

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